Marcadores bioquímicos de la sepsis: El papel del laboratorio clínico

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INTRODUCCIÓN

Las infecciones bacterianas y, especialmente, la sepsis, representan uno de los mayores retos de la medicina actual, pues constituyen una de las principales causas de morbimortalidad en todo el mundo.

El riesgo de mortalidad varía en función de diversos factores del patógeno y del huésped, junto con el momento del reconocimiento y la provisión de un tratamiento adecuado.

Su diagnóstico clínico es a menudo complicado, debido a la inespecificidad de sus signos y síntomas, sin embargo, el concepto de sepsis ha ido evolucionando, pasando de definirse como un proceso asociado a la presencia de bacteremia1 a considerarse en la actualidad como un síndrome de respuesta inflamatoria sistémica
secundario a un proceso infeccioso: SRIS.

El concepto del síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS) fue establecido por primera vez en la conferencia de consenso sobre sepsis de la Society of Critical Care Medicine y el American College of Chest Phisicians y se define como un síndrome generalizado definido por la presencia de al menos dos de los signos y síntomas clínicos de inflamación sin que se requiera demostrar la presencia de una infección bacteriana.

Esta definición es de gran importancia, pues la obtención de resultados microbiológicos precisa entre 2 y 3 días como mínimo, de modo que, en ocasiones, el diagnóstico de infección mediante cultivo no siempre es posible.

Gracias a este consenso, se introdujeron dos nuevos conceptos: La sepsis grave y el shock séptico, que permiten estratificar la progresión de la enfermedad en 3 estadíos.

Y ¿Cuál es el papel del laboratorio clínico en el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de la sepsis?

Los nuevos marcadores bioquímicos de inflamación: Proteína C reactiva (PCR); Procalcitonina (PCT) e Interleucina-6 (IL-6) han permitido diferenciar mejor la causa inflamatoria de origen infeccioso de la no infecciosa, así, en 2001 se estableció el denominado Sistema PIRO con la finalidad de estratificar a los pacientes además de en función de la clínica, según los valores de los marcadores biológicos de infección, alejándose del resultado microbiológico.

Estos marcadores, son de gran utilidad también a la hora de evaluar la respuesta de los pacientes a la antibioterapia, sin embargo, en la actualidad, ninguno de ellos cumple los requisitos para ser el “gold standard3”de modo que es importante conocer la cinética de cada uno de ellos, así como cuantificar correctamente su concentración, ya que la importancia de un marcador depende del grado en que añade información a los datos clínicos disponibles.


Instrucciones:

  • Este curso dispone de 13 lecciones y un caso práctico.
  • Cada lección requiere que la anterior se haya completado para iniciarse.
  • La evaluación final se realiza al finalizar el curso sin límite de tiempo y requieren un 70% de acierto para considerarse aprobado. Los alumnos dispondrán de dos intentos para superar cada uno de los 4 exámenes. En caso de fallar el primer intento, deberán contactar con el profesor utilizando el botón “contactar con el profesor” que podrán encontrar en el apartado del cuestionario final y solicitar un nuevo intento. Estos intentos no son acumulativos. El proceso de solicitud de un nuevo intento no es automático, los solicitantes recibirán un aviso en su correo electrónico cuando su solicitud se haya gestionado y se haya habilitado su segundo examen.
  • Puede contactarse con el profesor del curso en cualquier momento a través del botón “contactar con el profesor” presente en todas las lecciones. Este sistema iniciará una tutoría privada cuyas conversaciones quedarán almacenadas y podrán consultarse en el botón “mensajes tutoría” del menú principal. También puede contactarse con el tutor a través del correo mail

Tutoras:

  • Patricia Gosende. Técnico Superior Sanitario en Laboratorio de Diagnóstico Clínico y Biomédico en el Hospital de Jarrio (SESPA)

Lecciones